Con el buen tiempo, solemos hacer más ejercicio físico. Los días son más largos, y la climatología nos invita a estar al aire libre. Aprovechar esta época para mejorar nuestro estado físico, es una elección estupenda. Pero ojo, una mala práctica puede arruinar nuestras articulaciones. Si habitualmente no realizas ejercicio, no olvides comenzar de manera progresiva, e intenta evitar deportes que impliquen un riesgo de caída o golpe.
Seguro que habéis oído o dicho: «tengo que hacer ejercicio» (nótese la diferencia formal con «voy a hacer ejercicio», que no solemos decirlo y denota más decisión).
Suponiendo que consigamos tomarnos en serio nuestra propuesta, dado que comenzamos a realizar un esfuerzo después de un tiempo -más o menos prolongado según el caso-, es posible que muchos de estos «nuevos» deportistas tengan molestias y acudan a consulta. Una vez allí, es bastante frecuente escuchar aquello de «es que yo tampoco estiro mucho, y creo que es por eso».